Poco se sabe de ellas, más que en suelen estar
preparadas para todo en cualquier momento. Como una superheroína llevan en su
cartera una brocha, un corrector y un rouge. Hay que ser precavidas en la vida.
Cuando uno se interna en el mundo desconocido de los make up, los pancakes y
las uñas postizas todo puede pasar.
Parece
que nos las sabemos todas. “Maquillarse es una pavada!”. Lo que parecía fácil
no lo es para nada. No hay comparación con aquella cajita que nos regalaban
para Reyes con colores rosados y violetas pastosos, que en tus manos duraban
como máximo una semana. Luego se desechaban al tacho de los recuerdos.
La
ciencia de las pestañas postizas y el uso cuidadoso del pegamento (incoloro
mejor aun)y de los apliques suena desconcertante para quienes no son del
movimiento artístico.Y ni pensar en las diferentes brochas, plumeritos,
almohadillas y “cositos” indiferentes para determinar a los utensilios para
difuminar el polvo volátil de las bases, los rubores y las tan temidas Sombras.
Y en este punto me detengo, una cuestión casi se podría decir de estado
nacional. ¿Qué pasa con las sombras?. ¿Intentaste colocarte una sombra negra y
una más clara debajo la ceja sin que ambos colores se mezclen? Si lo lograste
será merecida de un premio a la mejor artista de 2014. Bueno, es demasiado.
Probablemente, si lo padeciste has notado como la consistencia arenosa y
corrediza te imposibilita esparcirla sutilmente por el párpado, el cual varias
veces tiembla y cuesta mantenerlo cerrado. Quienes tienen los mejores ojos
suelen ser pintadas por profesionales de la materia. Pero no es tu caso, ya que
llegaste tarde a la repartida y te tocó manejarte solita.
Los
colores son otro tema requerido. No voy a decir que no definen la personalidad
de quienes los portan. Hay de los Sarah Key/Violetta, pasteles y rosados,
tranquilos que demuestran la niña interna-válido hasta los doce. Ya a los trece
nos interesa pintarnos para mostrarnos con un gran cartel que diga “por fin
libre, sin viejos”. Los colores son un
poco fuertes y algo ochentosos, resaltan los amarillos, celestes ,rosas chicle
y violetas fuertes. Ya en los 20 hasta los 30 guardamos la compostura, si estas
de novia apagas los colores con grises, queremos cuidar las apariencias, sino
qué dirá tu suegra??!!. En los 40 si te separaste o aún continuas sola el make
up debe decir “Valido para otra vuelta”.Como la calesita es necesario sacar lo
mejor de nosotras y no arruinarla.