Cosas
raras hace el amor. O mejor dicho nos hace cometer. Si te encontrás cantando un
tema de Arjona yendo en el subte al laburo. Si te pones a escribir el nombre de
él con diferentes letras y colores. Si pensás qué andará haciendo durante cada
instante del día. SI revisas su estado de whatsapp y dejás abierta la foto de
su avatar con tal de recordarlo más seguido, es que querida amiga “estás hasta
las manos”.
Cupido lanzó una
flecha- letal por cierto- para que tu corazón se abra a un nuevo momento de la
vida: te enamoraste!!!
Palabra
difíciles si las hay en el abecedario parafraseado del ser humano. Nunca se sabe en qué
momento es más propicio para mencionarla. A ciencia cierta mucha gente dice “Te
Quiero” como si fuera a comprar chicles al kiosco. Pero el “Te Amo”va en
desventaja en el ranking de los sentimientos. Es un terreno hostil s
En
psicología esto se llama “los supuestos subyacentes”. Momentos en los que pergeñamos
planes sobre las actitudes y opiniones que los otros tienen hacia nosotras y
casi siempre son 60% equívocas. Otras veces, nuestra mente tiene razón y se
inventa historias con finales felices dignos de Hollywood para justificar
nuestras ansiedades.
Es
lamentable y patético a la vez. Tenemos lengua para hablar y expresarnos como queramos.
No deberíamos esperar y dar por sentado todo lo que creemos que es así.
Probablemente, la mochila de la duda la llevemos a cuestas toda nuestra vida
aunque crezcamos en cuerpo, la mente será la misma. No la cambiamos. Creo que
la clave está en perseguir nuestras metas y romper la barrera social que lo
impide. Sólo nosotras podemos lograr ese cambio. Está en nuestra voz.

No hay comentarios:
Publicar un comentario