Hace mucho que no pasaba por estas calles del pensamiento bloggero. Quizas porque no sentía la necesidad de hacerme visible. De abrir mi corazón. De enfrentarme frente a mi reflejo. Aquel que no siempre reconozco. Aquel del que no me hago cargo, ¿o sí?¿Será el momento para regresar? Mucha agua debió pasar por debajo del puente para que yo pudiera comprender en dónde estaba parada. A veces no te las sabes todas, y tenes que simplemente AGRADECER Y SOLTAR. ¿Acciones difíciles? Te aseguro que el ejercicio es casi un anagrama encriptado. ¿Cómo dejar que tu pajarito mental deje de darte manija? ¿Cómo me libero de las opresiones internalizadas y comienzo a vivir MI VIDA? ¿Será que me acerco a mi nueva vuelta al Sol, y todo planteo inocuo se transforma en una masa uniforme que toma cada vez más peso frente a mí? Todo puede ser. La vida es un libre albedrío solía decir una amiga, y nada de todo lo que analicemos es la última opción. La confusión, la ira, el cuestionamiento es sólo el comienzo de un largo camino de sanación interna.
¿Quién se anima a seguirme? Y la canción es una de esos clásicos de la Comedia Musical que te levanta hasta el día!!! My Favorite Things- La Novicia Rebelde, interpretado por Julie Andrews (1965)
Nunca sabré por qué Febrero es el mes en el que esos fantasmas vuelven a mí. Vestigios de lo que no fue. De historias que no funcionaron. De ilusiones perdidas.
San Valentín es como una estaca para las y los que convivimos con la soledad. Aquella amiga que no te abandona aún soltándole la mano. No. Ella está. Insiste con su presencia. Quiere hacerse notar en tu vida y recordarte los errores que alguna vez cometiste. ¿Será tan así?.
Yo no quiero adjudicarme errores. Es en vano. ¿Tengo que cargar esta cruz sola? El mes de los Enamorados me recuerda que alguna vez el amor estuvo y se fue. Que todo era color de rosa (o eso creía), y que cualquier cosa podía ser posible. Hoy, desconfío. Me cierro. Me ciego.
Un nuevo año comienza con una energía renovadora. No tengo el camino escrito. No sé que sucederá. Qué herramientas usar. Solo tengo una brújula rota, una pluma y un cuaderno con hojas en blanco, que espero se tiñan de historias que le den color a mis días.
Hablar del cumpleaños propio nunca es un tema fácil. Cada abril que sumamos en el calendario de la vida nos lleva a replantearnos los pasos que dimos o que nos faltan por pasar.
Planteos. Todo lo que nos rodea son planteos. De qué hacemos con nuestro laburo. De por qué dejaste esa carrera interminable. De por qué los chicos que te importan simplemente desaparecen de tu vida en un abrir y cerrar de ojos. Que ya estás en edad de tener hijos o al menos en preocuparte en buscarte un posible compañero que te ayude.
Así, llena de un cuadro sinóptico de una materia que jamás llego a rendir, llegaron mis 29, una edad crítica. No son los tiernos 20 (y tantos también) en los que uno sueña con una lista interminable de metas y sueños. Pensamos que podemos llevarnos el mundo por adelante- incluyendo personas- corremos riesgos y no nos importa porque aún vivimos bajo el techo seguro de nuestros padres. Si salgo de noche o me quiero comprar algo con la tarjeta ellos estaban siempre para rescatarme. No, no son esos años dorados y aniñados.
Tampoco son los temibles 30. Sí chicas aceptémoslo! ( y algunos hombres también), edad bisagra en la que la que no se casa por civil, iglesia católica y algún que otro rito, lo hace por civil en una megafiesta. Y sino tenés la que elige el camino de la maternidad o decide empezar una nueva vida en alguna ciudad recóndita de Europa. Como en una mesa de dulces, hay de todos los gustos. Para los abstinentes o en proceso de dieta esto es una indigestión edulcorada de la vida misma.
Y en el medio estamos nosotros. Los que no sabemos qué hacer con nuestras vidas. Los que creemos que hay algo mejor allá afuera esperándonos. Despedimos la década de los 20 y pico. Aquella en la que emprendimos el verdadero YO de la personalidad. Dejamos atrás los miedos para comenzar a hacer lo que amamos. Elegimos. Sin imposiciones. Sin reglas de esta sociedad que como un "pajarito carpintero" te taladra la idea de que para hallar la FELICIDAD tenés que cumplir con la trilogía: PAREJA, HIJOS, VIAJE. No digo que es imposible, sólo que a veces las cosas que nos alegran el tiempo no están allí. Las podés encontrar en una merienda con amigas. Experimentando una obra de teatro o una película. Rescatando personas de tu pasado y que la nostalgia trae para construir tu presente. La FAMILIA, indispensable motor para activar las energías.
Los 29 no son, en mi opinión, una edad para inculparme nada. Son una nueva oportunidad de unir las piezas, encajarlas y encauzar mi camino junto a aquellos que son considerados mis AMIGOS y AMIGAS, mi gente más querida y por supuesto mi amada vocación.
El agua salada las borra en un vaivén continuo.Las olas toman fuerza.Mucha. Hasta llegar a la costa y ser nada.En lentitud borran tus marcas.Aquí no ha pasado nada.Tan inerte.¿El mar tiene miedo?¿Por qué no destruye todo a su paso?¿Por qué será que solo lo hace suavemente?Me pregunto si nuestras peleas son asíComo el impetuoso mar que arremete para llevarse todo a
su paso y sólo da una caricia.Ya no puedo herirme más y no quiero que lo hagas.Tus palabras son marcas en mi piel.La arena queda sellada de vos.
Venís y te vas.
Y yo no puedo retenerte.Dios sabe que mis sentimientos son reales.Quiero acurrucarme en tus besos.Y dormirme en un abrazo eterno.¿Y vos?
Cosas
raras hace el amor. O mejor dicho nos hace cometer. Si te encontrás cantando un
tema de Arjona yendo en el subte al laburo. Si te pones a escribir el nombre de
él con diferentes letras y colores. Si pensás qué andará haciendo durante cada
instante del día. SI revisas su estado de whatsapp y dejás abierta la foto de
su avatar con tal de recordarlo más seguido, es que querida amiga “estás hasta
las manos”.
Cupido lanzó una
flecha- letal por cierto- para que tu corazón se abra a un nuevo momento de la
vida: te enamoraste!!!
Palabra
difíciles si las hay en el abecedario parafraseado del ser humano. Nunca se sabe en qué
momento es más propicio para mencionarla. A ciencia cierta mucha gente dice “Te
Quiero” como si fuera a comprar chicles al kiosco. Pero el “Te Amo”va en
desventaja en el ranking de los sentimientos. Es un terreno hostil s
i se quiere
decir. No es fácil decirlo y luego resistir al discurso decepcionante de “no
siento lo mismo”, “dejemos todo como está”, y “es mejor para los dos”. ¿Es
absurdo decirlo?¿ O es mejor callarlo y nunca saber las verdaderas intenciones
del otro en la relación?
En
psicología esto se llama “los supuestos subyacentes”. Momentos en los que pergeñamos
planes sobre las actitudes y opiniones que los otros tienen hacia nosotras y
casi siempre son 60% equívocas. Otras veces, nuestra mente tiene razón y se
inventa historias con finales felices dignos de Hollywood para justificar
nuestras ansiedades.
Es
lamentable y patético a la vez. Tenemos lengua para hablar y expresarnos como queramos.
No deberíamos esperar y dar por sentado todo lo que creemos que es así.
Probablemente, la mochila de la duda la llevemos a cuestas toda nuestra vida
aunque crezcamos en cuerpo, la mente será la misma. No la cambiamos. Creo que
la clave está en perseguir nuestras metas y romper la barrera social que lo
impide. Sólo nosotras podemos lograr ese cambio. Está en nuestra voz.